La rubeola
Rubeola
La rubéola es una enfermedad infecciosa, contagiosa y de origen
vírico . Los síntomas más típicos son la aparición de unas manchas
de color rosa pálido que salen primero en el rostro, después en
el tronco y las extremidades, una fiebre normalmente ligera, una
cierta hinchazón de los ganglios del cuello y a veces síntomas
parecidos a los de un resfriado, es decir, estornudos, mucosidad,
irritación de los ojos... Se manifiesta después de 2 a 3
semanas de producido el contagio y concluye en el término de 2 a
5 días. Sin embargo, todos estos síntomas pueden ser poco evidentes,
o directamente no presentarse, tanto es así que con frecuencia la
rubéola pasa inadvertida pareciendo un simple y poco efectivo resfriado.
Una vez que se supera la enfermedad, uno queda inmunizado de forma
permanente y ya no se puede volver a pasar la enfermedad.
Cuando la rubéola afecta a una mujer en los primeros meses de embarazo,
el virus que circula por su sangre puede atravesar la barrera de
la placenta y dañar el embrión, provocando malformaciones que pueden
llegar a ser muy graves. Si se contrae la infección durante el primer
trimestre de la gestación, el riesgo de malformaciones o muerte
fetal es de 10 a 40%, posteriormente el riesgo es mucho menor.
Prevención Antes de quedar embarazada.
El embarazo debe afrontarse en condiciones de inmunidad, es decir,
cuando el organismo ya fabricó sus propias defensas contra el virus.
La inmunidad se adquiere solamente después de haber padecido la
enfermedad o después de la vacunación. De nada sirve hurgar en la
memoria para intentar recordar si se ha tenido o no la rubéola.
Como ya hemos dicho, en ciertas ocasiones suele pasar inadvertida;
además, son muchas las enfermedades víricas que producen síntomas
similares a los de la rubéola, por lo que es fácil que se diagnostique
una rubéola cuando realmente no es así.
El método más seguro para evaluar el grado de inmunidad a esta
enfermedad es la prueba de la rubéola.
El resultado se expresa con una tasa que indica la cantidad de anticuerpos
antirrubéola:
Si la tasa es superior a 1:64 quiere decir que existe inmunidad.
En los casos raros en que es levemente inferior, será necesario
hacer un segundo control al cabo de una semana para verificar si
la tasa se mantiene estable o tiende a subir.Si se mantiene estable,
es aconsejable vacunarse contra la rubéola para estimular la inmunidad
y de este modo prevenir infecciones asintométicas que podrían
dañar a tu feto;en el caso de que la tasa de anticuerpos
tienda a subir,el paciente está desarrollando la rubeola
en ese momento, en estos casos, se aconseja no quedar en estabo
al menos durante seis meses.
Si la tasade anticuerpos es muy inferior a 1:64, no existe inmunidad
creada por la madre, por lo que será preciso vacunarse.
La vacunación es muy simple (ya se encargará el médico) y no comporta
ningún riesgo. Después de la vacunación, hay que evitar el embarazo
durante 3/6 meses.
Sin embargo,sin embargo, el hecho de estar vacunada, no significa
que exista riesgo cero, por ello se recomienda un control posterior
de la tasa de anticuerpos antes de quedar embarazada. La mayoría
de la población pasa por esta enfermedad durante la infancia, por
lo cual los niños son los principales portadores del contagio.
Las mujeres que ya tienen hijos y las que trabajan con niños tienen
un motivo más para someterse a un control antes de quedar embarazadas.
Lo normal, es que las niñas se vacunes para la rubeola antes
de los once años, como es práctica en toda la Unión
Europea.
Después de quedar embarazada
En la primera visita a tu ginecólogo, te indicará
que pases la prueba de la rubeola. Una vez hecho el test, existen
tres posibilidades:Resultado positivo: quiere decir que está inmunizada
y que el grado de peligro es bajo, que el resultado sea positivo,
pero en tasas de anticuerpos que indiquen cierto grado de duda:
son situaciones que el médico ha de evaluar en cada caso; que el
resultado sea negativo: en este caso hay que repetir el test una
vez al mes hasta el final del primer trimestre.
Si la madre no está inmunizada en el momento del embarazo,
ya no es posible vacunarse, porque el virus atenuado que hay en
la vacuna puede dañar el embrión.
© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos
|