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Los peligros del doping (IV)

(Viene del artículo anterior)

6 - Esteroides Anabolizantes.

Probablemente se traten de las sustancias dopantes más populares y más empleadas. En la red hay numerosas páginas llenas de "consejos" y normas de utilización para consumirlos y conseguir ganar peso y musculatura. Tampoco faltan libros y folletos (como "The underground steroid handbook" del calificado gurú Dan Duchaine) circulando por algunas librerías y gimnasios llenos de "recomendaciones" de utilización. Casi todas ellas auténticas "aberraciones farmacológicas".

Los esteroides anabolizantes son productos naturales.
Los anabolizantes son sustancias que promueven los procesos "constructivos" en el organismo. Es decir, facilitan o inducen el que sustancias sencillas procedentes por ejemplo de la dieta, pasen a formar parte de la materia viva, aumentando la masa muscular o la masa ósea. Los esteroides no son la única clase de productos que tienen esta propiedad (de hecho en artículos anteriores hemos comentado el caso del clembuterol...), pero una determinada clase de ellos ejercen esta misión en un momento clave de la vida. Los andrógenos, que es la clase de esteroides a la que nos referimos, se producen durante la pubertad del varón, y son los responsables de la llamada "diferenciación sexual"; del desarrollo completo de los genitales masculinos, la producción de espermatozoides, el crecimiento del vello y del pelo, la estimulación de la líbido y la erección, el cambio de voz o el desarrollo del acné.
Por supuesto también son responsables de efectos claramente anabólicos como el incremento de la masa muscular y ósea característica del desarrollo del varón. Por tanto, es importante recordar que el efecto anabólico, que es el buscado en el deportista, va acompañado de un incremento de los caracteres sexuales masculinos (el denominado efecto virilizante o androgénico). Incluso esteroides artificiales, obtenidos por modificaciones químicas de los naturales para potenciar el efecto anabolizante, no han eliminado el poder androgénico.


La diferenciación sexual de la mujer se producen por los estrógenos.
Al igual que en el varón, durante la pubertad de la mujer se producen unas hormonas, también de la familia de los esteroides, que son las responsables de la diferenciación sexual de la mujer. A estas sustancias se las denomina estrógenos e inducen el desarrollo mamario, del útero y de la vagina e intervienen en el ciclo menstrual. Como se ve andrógenos y estrógenos, químicamente son muy similares, pero tienen efectos opuestos en el organismo.

Los anabolizantes tienen escasa utilización en la práctica médica.
Teóricamente, un medicamento que fuese capaz de desarrollar la musculatura y el tejido óseo tendría numerosas aplicaciones en la práctica médica. La recuperación de enfermos tras una larga convalecencia, pacientes con graves quemaduras que pueden suponer perdidas musculares importantes, recuperación de huesos con osteoporosis debida a la edad... son sólo algunos ejemplos de situaciones conocida por el público en general en que un anabolizante sería de gran interés. Por esta la razón se han sintetizado y probado numerosas moléculas buscando el efecto anabolizante puro. Sin embargo, hasta la fecha y como ya hemos comentado, no se ha logrado. Siempre ha quedado el efecto androgénico y virilizante.
En la actualidad los esteroides anabolizantes sólo son empleados en pacientes con un escaso desarrollo de sus órganos sexuales (hipogonadismo masculino). También se utilizan en algunas raras enfermedades como el edema angioneurótico hereditario, el liquen escleroso, y algunos tipos de cánceres.

La razón es que producen numerosas reacciones adversas.
Además del desarrollo de los caracteres sexuales masculinos (que en la mujer puede traducirse en hirsutismo, cambios de voz, alteraciones menstruales...), los esteroides anabolizantes pueden interrumpir el crecimiento de los huesos en los adolescentes, reduciendo la talla máxima que podría alcanzar el individuo. En el adulto puede agrandar la próstata y causar obstrucción uretral además de causar alteraciones de la líbido, y comportamiento agresivo (locura esteroidea). Por otro lado, un aumento de andrógenos en el organismo del varón puede provocar que se transformen químicamente en estrógenos (hormonas femeninas) causando ginecomastia (crecimiento de las mamas en el varón) y problemas de esterilidad.
A altas dosis, como las que se utilizan en ciertos cánceres producen retención de líquido y edemas, con el consiguiente riesgo de hipertensión, alteraciones cardiacas, y hemorragias cerebrales y muerte súbita.
Si la administración se mantiene durante largo tiempo, aunque sea a dosis bajas, pueden generar diversos tipos de cánceres en el hígado.
Para terminar, aunque no sean estos los únicos problemas que pueden dar los anabolizantes, también pueden reducir los niveles de HDL (el "colesterol bueno") por lo que incrementan el riesgo de ateroesclerosis, infarto, y muerte súbita.
Son tantos los problemas que pueden ocasionar, y tan pocas sus aplicaciones terapéuticas que algunos países han prohibido su utilización incluso como medicamentos (el Socialstyrelsen o Consejo Nacional de la Salud Sueco retiró de la venta todos los anabolizantes en 1988).

Los errores en la utilización de anabolizantes en los gimnasios.
A parte del riesgo inherente de los anabolizantes, las guías de utilización que circulan por los gimnasios y en la red están llenas de errores e imprecisiones que pueden incrementar el riesgo para el individuo que las está siguiendo. En muchos casos se habla del sistema de ensayo-error, para que el deportista seleccione el anabolizante o combinación de anabolizantes (stacking o apilamiento) que mejor le va. Ellos mismos denominan a esta técnica "shotgunning" (disparando) y debemos considerarlo un nombre muy oportuno, ya que los efectos adversos de los distintos fármacos empleados pueden sumarse y ocasionar graves consecuencias.
Otra gran "aberración farmacológica" es la recomendación de utilizar "megadosis". En una web dedicacada a este tema se lee que "...si la dosis farmacológica de XXXX es de 4 a 6 mg día, las dosis habituales que se consumen en el deportista son de cientos de miligramos". Aunque normalmente se recomienda el uso de ciclos de esteroides (stacks) con dosis decrecientes (tapering) y periodos de descanso, ya hemos comentado que con estas cantidades se producen retención de líquidos, hipertensión.... y muerte súbita. La combinación en esta situación con el uso de diuréticos, empleados en el culturismo para cortar y perfilar más la musculatura, puede incrementar el riesgo de alteraciones cardíacas.
Otra "aberración" bastante extendida entre las obras que recomiendan el uso de anabolizantes, es la asociación con tamoxifeno (nolvadex), un antiestrógeno que se utiliza en cánceres mamarios. Con su uso se pretende antagonizar la formación de estrógenos (hormonas sexuales femeninas) que se producen cuando se administran altas dosis de andrógenos, y evitar problemas de esterilidad, atrofia testicular, o ginecomastia (crecimiento del pecho en el varon). Como es sabido por el público en general, los medicamentos contra el cancer son especialmente tóxicos para el paciente. El tamoxifeno, por su especial mecanismo de acción, no es de los más peligrosos, pero puede causar retención de líquidos (que se puede asociar al de los esteroides), disminución del número de plaquetas en la sangre (las encargadas de formar los coágulos y evitar hemorragias) y alteraciones oculares tanto a nivel de córnea como de retina...
Otro gran error en el uso de anabolizantes, es permitir su aplicación en la adolescencia. Ya hemos visto que producen la fusión prematura de la epífisis de los huesos largos. La epífisis es la zona de los extremos de los huesos y es por donde se van alargando, y consiguiendo el crecimiento del individuo. El uso de anabolizantes cuando todavía no se ha completado el desarrollo va a impedir que el individuo alcance la altura y el tamaño que podría alcanzar. A pesar de este contrasentido, el uso de esteroides está extendido en ciertos grupos de adolescentes. En el primer trabajo de esta serie comentábamos un estudio de la Universidad de Pensilvania en que afirmaban que hasta el 12% de los adolescentes estadounidenses habían consumido anabolizantes. Por otro lado, muchos sospechan que detrás de la escasa talla que han mostrado algunas de las gimnastas procedentes de los antiguos países del este de Europa, se esconde la utilización de andrógenos...

Nota: en este artículo no se ha citado ningún nombre de esteroides (ni químico ni comercial) para evitar una posible mala utilización de los mismos.

Artículos relacionados:

El doping (I) ;

Los peligros del doping (II)
;

Los peligros del doping (III) ;

© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos.
Dr José Mª Alonso Herreros. Jefe Unidad de Farmacia Hospitalaria del Hospital General Universitario de Murcia.
20 de abril de 2001.

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