INICIO > SABER MÁS > ARTÍCULOS > Los nutrientes y la respuesta inmune
[ VOLVER A LA TIENDA ]
  Saber más en...
General
Infantil
Belleza
Embarazo
En forma
Natural
Salud
Optica
A proposito de la fenilpropanolamina
Aprende el cuidado de la piel grasa
Los primeros dias de tu bebe en la incubadora
La Valeriana. Conócela a fondo
¿Has vacunado a tu bebe? Mira el calendario de vacunación para ésta temporada
ver más ARTÍCULOS
ver más CONSEJOS PRÁCTICOS
ver más HERRAMIENTAS

Los nutrientes y la respuesta inmune

Desde la antigüedad se ha reconocido que la dieta ejercía algún tipo de influencia sobre la resistencia a la enfermedad. Sin embargo, el conocimiento de los mecanismos inmunológicos subyacentes y el papel que determinados nutrientes pudieran desempeñar en la respuesta inmune ha sido un hallazgo reciente, por lo que constituye un campo en el que aún queda una amplia investigación por realizar.

Es conocido que los estados de malnutrición generalizada y los déficit puntuales de algunos nutrientes pueden comprometer la respuesta inmune, e incluso que las alteraciones de la inmunocompetencia asociadas a déficit nutricionales suelen contribuir a la aparición y gravedad de determinados estados patológicos.

Son numerosos los trabajos de investigación llevados a cabo dentro de este campo, aunque hemos de interpretar sus resultados con precaución, ya que los experimentos en animales no siempre son extrapolables a la situación humana.

1. Malnutrición proteicoenergética.

En los cuadros de malnutrición proteicoenergética (MPE) está principalmente alterada la inmunidad mediada por células. En la tabla 1 se recogen las alteraciones de la respuesta inmune descritos en cuadros de malnutrición proteicoenergética.

Tabla 1. Alteraciones de la respuesta inmune en la malnutrición proteicoenergética
Depleción de linfocitos del limo y zonas T dependientes del bazo y ganglios linfáticos
Disminución de linfocitos T circulantes
Disminución de la proporción de células T4/T8
Aumento de las células B productoras de IgA y células nulas
Alteración en la migración de linfocitos
Alteración en las respuestas de hipersensibilidad retardada
Hiperinmunoglobulinemia policlonal
Alteración de la función fagocitaria
Modificación en la producción de lisozima, inferferón e interleucinas 1 y2
Disminución de la fracción 03 del complemento y del factor B

 

Chandra (1983) observó en niños con MPE una disminución del número total de células T circulantes, así como disminución en la proporción entre células T4 colaboradoras y T8 citotóxicas. Por el contrario, las células B productoras de IgA ( Inmunoglobulina A) y las células nulas, con funciones citotóxicas pero sin marcadores T o B, estaban aumentados . En estos niños, el timo es de tamaño más pequeño y de menor uso que en los niños bien nutridos.

Los profundos cambios estructurales en el timo y otros órganos linfoides y su menor tamaño se quedan reflejados en la disminución en número y funcionalidad de los linfocitos T.
Probablemente, el aumento de células nulas se deba en su mayor parte se trata de linfocitos T inmaduros diferenciados de manera incompleta, tal vez a consecuencia de una reducción
la  actividad de la hormona tímica.

Las alteraciones descritas en pacientes malnutridos revierten  tras la administración de suplementos nutricionales.

De hecho, se ha propuesto la valoración de la inmunocompetencia (grado de la respuesta inmune) como un buen indicador funcional, de gran sensibilidad en la estimación del estado nutricional.

Los niños de bajo peso al nacer son el único grupo que, tras la suplementación nutricional, continúan mostrando alteraciones en la respuesta inmune.

2. Déficit de nutrientes.

2.1 Cinc.

El déficit de cinc puede tener importantes efectos adversos sobre todos los componentes del sistema inmune, con repercusión funcional (tabla 2). Se ha demostrado que los animales de experimentación con déficit de cinc presentaban una mayor susceptibilidad a infecciones bacterianas, víricas y parasitarias.

Datos epidemiológicos sugieren que el déficit de cinc puede ser el principal motivo subyacente de disfunción inmune en algunas poblaciones (Keen, 1990).

Tabla 2. Alteraciones de la respuesta inmune en situaciones de déficit de cinc
Disminución de la respuesta humoral en la producción de anticuerpos
Susceptibilidad aumentada a las infecciones
Alteración en la respuesta cutánea de hipersensibilidad retardada
Leucopenia
Respuesta disminuida de las células T frente a mitógenos
Aumento del cociente células T supresoras/células T colaboradoras
Disminución de la citotoxicidad de las células NK

En situaciones de déficit de cinc, disminuye la respuesta inmune con menor producción de anticuerpos por las células B, apareciendo con mayor frecuencia neumonías, conjuntivitis e infecciones por Candida albicans . Fraker et al. observaron en ratones que, tras la administración de suplementos de cinc, se restablecía la respuesta inmune.

Diversos estudios han constatado alteraciones de la respuesta inmune mediada por células (IMC) en animales con déficit de cinc, manifestándose por alteraciones en la respuesta cutánea de hipersensibilidad retardada.

Después de la administración de suplementos de cinc y la normalización de los valores bioquímicos del nutriente, mejoraba la respuesta inmune.

En pacientes adultos con déficit de cinc se ha observado leucopenia (disminución del número de glóbulos blancos) retraso en la respuesta de las células T , aumento del cociente células T supresoras y colaboradoras, disminución de la citotoxicidad de las células agresoras naturales (NK) y aumento de la citotoxicidad de los macrófagos.

Probablemente el cinc desempeñe un papel importante en la producción, liberación y acción de las citocinas, así como en la actividad proteincinasa en la membrana de los linfocitos. También se ha postulado que el cinc podría ser un factor crítico en la activación/desactivación de los genes inmunorreguladores (Keen, 1990).

2.2 Hierro.

Los resultados de estudios realizados en niños con anemia ferropénica (anemia por falta del mineral de hierro) ponen de manifiesto una disminución del recuento de linfocitos y en la respuesta de hipersensibilidad retardada. También se aprecia un descenso en la actividad quimiotáctica de los neutrófilos y en su capacidad bactericida, aspectos que se restablecen tras la suplementación con hierro (Baynes y Bothwell, 1990).

Los efectos sobre la respuesta humoral sugieren que la producción de anticuerpos frente a antígenos específicos puede no estar alterada. Por el contrario, en situaciones de déficit de hierro se deteriora la inmunidad mediada por células, se produce un descenso en la transformación de linfocitos y menor respuesta de hipersensibilidad retardada.

Como contrapartida, se han descrito alteraciones de la respuesta inmune en situaciones de sobrecarga de hierro. El incremento en los aportes de hierro a partir de la dieta o por medio de suplementos puede activar en algunos individuos infecciones bacterianas latentes.


2.3 Cobre.

Diversos estudios han puesto de manifiesto que el déficit de cobre deprime la respuesta inmune, aunque no se conoce en profundidad el papel desempeñado por este nutriente (tabla 3).

Por otra parte, la suplementación con cobre de la dieta de animales con riesgo de déficit parece potenciar la respuesta inmune.

2.4 Selenio.

El déficit de selenio induce una disminución de la respuesta humoral y mediada por células. Es un elemento necesario para la síntesis de leucotrienos y actúa como cofactor de la glutationperoxidasa, enzima que protege la función fagocitaria de los neutrófilos. Se ha comprobado en experimentos en animales que una dieta pobre en selenio reduce la función defensora de los neutrófilos y que también afecta a la formación de anticuerpos.

Al igual que ocurre con otros nutrientes, la administración de suplementos de selenio permite restablecer la respuesta inmune.

2.5 Vitamina E.

El déficit combinado de vitamina E y selenio produce alteraciones de la respuesta inmune humoral y celular.

En estudios experimentales, la administración de suplementos de vitamina E parece estimular la respuesta inmune, aunque es necesario conocer con mayor profundidad su papel en la respuesta inmune, como factor antioxidante y regulador de los eicosanoides y linfocinas (Sherman y Hallquist, 1991).


2.6 Vitamina A.

Parece que los carotenoides (precursores de la vitamina A) participan en la respuesta inmune por mecanismos diferentes a los de la vitamina A, Distintos trabajos sugieren que los carotenos podrían ser eficaces en la inmunidad contra los tumores. El déficit de vitamina A reduce la respuesta de anticuerpos. Por el contrario, la administración de suplementos favorece la respuesta proliferativa y citotóxica de las células T, células NK y macrófagos.

Tabla 3. Déficit nutricionales y alteraciones en la respuesta inmune
Nutriente    
Alteración de la respuesta inmune
Hierro  Disminución en el recuento de linfocitos
Alteración en la respuesta de hipersensibilidad retardada Disminución de la actividad quimiotáctica de los neutrófilos y capacidad bactericida
Disminución de la producción de interferón e interleucina 1
Cobre   Disminución del peso del timo
Menor producción de IG
Citotoxicidad de las células NK disminuida
Selenio   Reducción de la función citotóxica de los neutrófilps
Vitamina E  Alteración en la formación de anticuerpos
Vitamina A    

Disminución de la respuesta de anticuerpos


2.8 Vitamina C.

En experimentos en animales se ha comprobado que el déficit de vitamina C no altera la respuesta frente a mitógenos de las células T, ni modifica la proporción células T colaboradoras/células T supresoras. No se han constatado modificaciones en la respuesta humoral tras la administración de suplementos de vitamina C, pero sí de la respuesta mediada por células, favoreciendo la reacción de las células defensoras.

2.9 Otras vitaminas.

Desde las primeras investigaciones en animales encaminadas a un mejor conocimiento de la relación nutrición-inmunidad, se subrayó la importancia de la piridoxina, el ácido pantoténico, ácido fólico y algunos aminoácidos como el triptófano o la metionina. En situaciones deficitarias de estos nutrientes se han observado disminuciones cuantitativas en los anticuerpos formados y diferencias cualitativas referentes al tipo de anticuerpos (Axelrod, 1987).

En los últimos años se ha producido un gran avance en la investigación de las relaciones inmunidad-nutrición, pero aún quedan sin respuesta cuestiones apasionantes. Algunas repercusiones importantes desde un punto de vista práctico son el empleo de pruebas inmunológicas como indicadores funcionales del estado nutricional o la detección de situaciones favorecedoras de una mayor susceptibilidad a las infecciones. Por otro lado, es de esperar que un estado nutricional adecuado en las personas mayores potencie su respuesta mmunológica. Igualmente, la respuesta a los procedimientos de vacunación convencionales podría estar condicionada por la situación nutricional.

Los resultados de algunos trabajos sugieren que deben administrarse con precaución suplementos de algunos elementos, como el cinc o el hierro, cuya ingesta excesiva parece comprometer también laInmunocompetencia (Chandra, 1984).

Bibliografía:
Nutrición y Salud Pública. Ed Masson.
Nutrición Aplicada y Dietoterapia. Ed Eunsa.


ver más ARTÍCULOS


Publicidad

| Contacta con nosotros | Seguridad | Privacidad | Normas de utilización |Recomienda mifarmacia
Publicidad
La información contenida en este web tiene fines únicamente orientativos. La información proporcionada no pretende sustituir, en modo alguno, la consulta o los consejos profesionales de su médico o farmacéutico. Lea atentamente las instrucciones y/o prospectos antes de usar cualquiera de los productos.
© 2000-2007 Mifarmacia S.L. Todos los derechos reservados.
mifarmacia.es suscribe los principios de la fundación HON CODE