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Recomendaciones Dietéticas en España
3. Elección del aceite de oliva en lugar de otros aceites o grasas de adición. 4. Utilización de productos lácteos, parcialmente descremados. 5. Mantenimiento y promoción del consumo de frutas, verduras y pescado, aspectos muy positivos de la dieta española.Mientras que casi todos los países tienen una política alimentaria, pocos son los que disponen de una política nutricional. La primera es el resultado de la legislación y de las decisiones gubernamentales dirigidas a asegurar la provisión de alimentos para la población, e incluye medidas fiscales, comerciales, políticas, sociales y de protección del consumidor. Una política alimentaria, por tanto, no incluye explícitamente ninguna consideración respecto a la salud, más que el asegurar que existe suficiente comida disponible y que ésta carece de contaminación microbiológica o efectos tóxicos. Algunas políticas alimentarias, sin embargo, incluyen explícitamente aspectos nutricionales, como la de Noruega (considerada como la primera de este tipo). El desarrollo de una política nutricional que adopte unas guías alimentarias u objetivos nutricionales, de acuerdo con el fomento y la promoción de la salud, y con la disponibilidad de alimentos es un aspecto fundamental en todo gobierno, y en el caso de España, debería de estar sujeto a una política nutricional a nivel de la Unión Europea. Diversos programas de educación nutricional han sido desarrollados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, como el programa EDALNU (Educación en Alimentación y Nutrición) haciendo hincapié en el ama de casa y en la formación de profesionales, y también en la mayor parte de las autonomías, destacando por su amplitud las campañas desarrolladas en Cataluña, País Vasco, Comunidad de Madrid (origen de una gran polémica) y Galicia. Se dispone de ejemplos de evaluación de las intervenciones educativas en el medio escolar en Bilbao y en Barcelona, si bien no existen todavía evaluaciones de intervenciones en la población adulta. Recientemente, en una reunión científica celebrada en Boston (EE.UU.), se intentó definir el concepto de dieta mediterránea tradicional óptima, desarrollándose en una estructura piramidal el perfil alimentario de la dieta de Creta y otras zonas mediterráneas en los años 60, complementado con los conocimientos actuales en nutrición . En dicha pirámide se pone de manifiesto la importancia de la actividad física regular, la inclusión del vino consumido con moderación en las comidas, y la importancia del consumo de aceite de oliva que permite que aportes energéticos por parte de las grasas de hasta el 35-40 % de las cuales puedan considerarse idóneas, siempre que las grasas saturadas no superen el 8-10 % y las poliinsaturadas oscilen del 5 al 8 %. En la base de la pirámide se presentan los alimentos de mayor consumo, mientras que en el vértice se incluyen los de menor según las recomendaciones. Es evidente que las recomendaciones con relación a la dieta de los españoles deben incluir la recuperación de la dieta tradicional, y evitar la occidentalización de los hábitos dietéticos. Asimismo, ambos aspectos deberían constituir los pilares de una política nutricional nacida de un compromiso de la Administración central en la que participan todos los ministerios, comunidades autónomas y estamentos implicados. © Mifarmacia.es. Departamento de contenidosGuillermoGarcía De Tiedra Farmacéutico Comunitario. 3-diciembre-2001 |
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