Las hemorroides afectan aproximadamente al veinticinco por ciento de la población, tanto en jóvenes como adultos.La afección consiste en una dilatación anormal de unas venas situadas en la zona anorrectal.

Éstas, pueden estar localizadas por fuera del esfínter anal (hemorroides externas) o hacia el interior del mismo (hemorroides internas). En ocasiones, se pueden complicar con fenómenos de trombosis, inflamación, ... y/o hemorragia.

Las hemorroides internas suelen ser la primera causa de hemorragia rectal no dolorosa. La cantidad de sangre suele ser insignificante., Aunque en ocasiones esta es mayor, provocando un síndrome anémico.

Las hemorroides externas suelen ser asintomáticas; pero a veces, pueden provocar trombosis aguda o ruptura con formación de hematomas (normalmente tras una limpieza excesivamente agresiva).

Causas de su aparición.

1. Un estreñimiento crónico, esta es causa muy frecuente, o factor agravante de la patología.
2. Embarazo y parto.
3. Determinados deportes.
4. Costumbres dietéticas: alcohol, especias, café, etc...
5. Predisposición de cada individuo (fallo circulatorio).


Síntomas.

Los síntomas cursan con inflamación de la región anal, provocando dolor, picor, ardor de la zona perianal, pérdidas de sangre de color rojo. (Es importante el color para no confundirlas con otras patologías como úlceras y lesiones traumáticas con pérdidas de sangre en zonas anteriores del tubo digestivo).

Tratamiento.

El tratamiento de las hemorroides va dirigido a su profilaxis: obtención de unas hábitos higiénico-sanitarios adecuados y mantenimiento de un buen ritmo intestinal.

Medidas higiénico-dietéticas:

1. Mantener una buena higiene rectal, realizando baños de asiento con agua tibia. Es preferible el uso de toallitas higiénicas antes que papel higiénico (esto puede provocar hemorragias)

2. Conseguir una función intestinal normal, mediante una dieta adecuada, evitando el estreñimiento. Incluir en la dieta, suficiente fibra (verdura, pan, cereales, fruta), aumentar la ingesta de agua y evitar los alimentos sazonados, alcohol, te café....

3. Evitar el consumo de laxantes irritantes y el abuso de supositorios de glicerina.

4. Practicar frecuentemente el ejercicio físico.

Tratamiento Farmacológico

Consiste en la administración de sustancias vasoprotectores y venotónicas por vía sistémica (prescripción médica). Es decir cápsulas que mejoran la circulación en zonas capilares muy voluminosas.

En cuanto a productos tópicos, existe una amplia gama en el mercado, que va dirigido a paliar el dolor, prurito y la congestión de las venas hemorroidales. Al aplicar un producto tópico; el paciente deber saber algunas connotaciones:

- Antes de la aplicación, la zona debe estar bien limpia.

- Los productos externos deben ponerse en poca cantidad.

- Si algún producto causa dolor, debe interrumpirse la aplicación.

- Los antihemorroidades tópicos, incluyen en su composición: anestésicos locales, antiflamatorios corticoideos, vasoconstrictores, anticoagulantes, etc, es por ello que se ha de tener en cuenta su composición previamente a aplicarlos directamente sin precaución.

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Elvira García De Tiedra.
Farmacéutica Comunitaria.
23 de mayo de 2001.